viernes, 4 de febrero de 2011

MAMA....SOY GAY.


Me acaba de llamar mi madre. Que me cuide. Que me abrigue que hace mucho frío. Que si como. Que no me engañe la gente. ..

Creo que son los mismos consejos que me daba cuando era un niño. Hace dos años pensé que no me lo diría mas veces. El día que le dije que era gay.

Yo ya me había venido a Madrid hacía un tiempo. Aquí hice mi vida sin complejos y era feliz. Pero mi familia vivía en un pueblo, y nunca les dije nada sobre mi . Pensé que lo sabían. Que lo habían dado por hecho.  Nunca he tenido novia. Mi cuarto estaba empapelado con posters de Leonardo Di Caprio, no sé, pensé que la evidencia era tan clara que no necesitaba contárselo. Pero mi madre me seguía preguntando que si me había echado novia. Y mi padre no decía nada pero me miraba esperando una respuesta afirmativa. En una de mis visitas, hace menos de dos años, decidí lanzarme. Seguro que se lo imaginan y nos reímos todos de esto, pensé.

Estábamos comiendo. Pensé que ese era el mejor momento. Y lo solté . Plas. Como quien dice "parece que va a llover". Y llovió. La tormenta del siglo.

Mi madre fue la que primero reaccionó." ¿que has dicho?" "que soy gay" Mi madre, sorprendida y dirigiéndose a mi padre "¿Has visto lo que dice tu hijo?" Mi padre callado. Y yo temblando. No sabían nada. Mi madre dio vueltas con la cuchara en el plato. Se levantó y se marchó a su cuarto. "mama..." Miré a mi padre. Sentí que todo se me rompía alrededor. Se levantó y se marchó al Garaje. Y me quedé solo, en la mesa de cocina mas grande del mundo.

Mi padre solía partir con un martillo nueces para guardar en unos tarros de cristal, que luego yo devoraba. El me solía decir que tardaba menos en comérmelas que él en partirlas. Mi padre es muy cuidadoso, parte las nueces con una exactitud tal que el 99 por ciento de ellas salen enteras, les da un golpe seco y certero. En ese instante estaba en el garaje partiéndolas, pero no eran los golpes secos, no las partía, las estaba machancando. Cada golpe me sobresaltaba. No he vuelto a comer nueces. Me levanté y me marché a dar un paseo. Me faltaba aire. Yo que había aguantado todo tipo de insultos, de miradas inquisitorias, de dedos acusadores durante toda mi infancia. Yo que tuve que descubrir mi homosexualidad por mi solo y buscando en un libro prohibido sobre sexo que se guardaba en la estantería mas alta de mi casa. Yo que me considero un superviviente de mi propia infancia y que afronté la adolescencia desarmado pero que todo esto me hizo el chico mas fuerte de mi barrio. De pronto me sentí desprotegido. Solo.

Y en el paseo decidí llegar a casa, hacer la maleta y volverme a Madrid con billete solo de ida.

Tardé un par de horas en regresar, casi dos horas dándole vueltas a todo. Cuando llegué a casa encontré a mi madre llorando en mi cuarto. Mi madre nunca llora. Es una mujer de mucho carácter, de una fortaleza increíble, solo la vi llorar dos veces, cuando murió mi abuela, y esa tarde que murió el Bruno heterosexual.

La abracé, me abrazó y me dijo que lloraba por no haberse dado cuenta antes.Se sentía culpable por haberme dejado desamparado. Mi padre no dijo nada en los siguientes meses. En una de mis visitas a casa, hace poco, me di cuenta que en el garaje mi padre almacenaba cuidadosamente un montón de tarros de cristal con nueces. Por si un día vuelvo a comerlas. Mi madre me mete siempre en la maleta 2 tarros para que me lleve. y yo los almaceno en mi armario. Mi padre poco a poco fue hablándome de temas triviales, sin tocar el tema de mi homosexualidad. Un día me contó mi madre que en el bar alguien se había metido conmigo insinuando mi sexualidad y el se enfrentó.

Con eso me basta.

Y con que siga partiendo nueces para mi.

10 comentarios:

  1. Me gustó la historia, y pues los padres nunca dejan de serlo... ese amor cuando lo tienes, debes saber valorarlo mientras están...

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  2. Gracias por tu opinión, tienes razón hay que saber valorarlo. Un abrazo.

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  3. Muy bonita la historia, muy bien contada... ¡Sabes escribir directo al corazón!
    Estoy segura de que tus padres te adoran pero hay que darles tiempo... pertenecen a otra generación y no es tan fácil cambiar la mentalidad. Siempre les han contado que era algo malo, ahora les toca intentar entenderlo... pero si no lo llegan a entiender con que te respeten y te quieran es suficiente.

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  4. Gracias por escribirme, tienes razón en lo de darles tiempo, pero en lo de que es suficiente con que me respeten y me quieran, hombre, permiteme que ahí sea mas exigente, no dejan de ser mis padres, si no me entienden ellos como puedo pretender que me entiendan los demás. Un abrazo y muchas gracias.

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  5. Bruno, tengo que decir que estoy de acuerdo con el anónimo...para tu madre es muy difícil comprender la situación si toda la vida le han enseñado una cosa muy distinta, pertenece a otra generación y por lo que veo viviedo en un pueblo, que la mentalidad es mucho mas cerrada, intenta comprenderla tu a ella y dale tiempo...
    Mari Cielo

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  6. Si yo la comprendo y le doy tiempo, tengo toda la vida de tiempo. Ni un minuto más. Gracias por tu comentario Mari Cielo.

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  7. sabes brumo ami me paso algo muy similar con mi mama, al igual que tus padres mis padres son de un pueblo y la verdad a mi siempre me a gustado vivir en ciudades grandes.. cada vez que hiba a casa a visitar a mis padres era la misma pregunta que si cuando me hiba a casar, que si tenia novia ese cuanto empezo desde que cunpli 18 años hasta que termine por decirles la verdad,no sabes el circo que se armo pero todo salio bien, con mi papa jamas he vuelto a tocar el tema de mi homosexualidad, pero mi mama si me apoya al 100%.... saludos brumo me encanta segir leyendo tu blog....

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  8. Gracias Cristo, me alegra pensar que al final casi todos los niños gays que fuimos lo hemos pasado parecido, somos unos supervivientes de todo tipo de trampas que nos ponen desde que nacemos, pero eso hace, que cuando crecemos seamos imbatibles.

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  9. Eres un gran muchacho y escribes muy bien, espero que sigas así. Esta historia es muy bonita. Muchas gracias por compartirla.

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  10. Gracias por tu comentario Anonimo, me alegra que te gustase y espero seguir leyendote, un abrazo fuerte.

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