jueves, 27 de octubre de 2011

UNA CANCION PARA EL CHICO DE LA FOTO

LLUVIA EN LOS CRISTALES



Viví mi infancia y adolescencia en una de las ciudades donde mas llueve de España.





Me encantaba ver llover, me recuerdo embobado mirando a través del cristal la lluvia golpeando mi universo. Y mientras miraba, mi mente viajaba mas deprisa al país de las musas, que me permitían ametrallar mi vieja maquina de escribir olivetti, convirtiendo en cuentos que jamás leeré el país de mis quimeras que se veía detrás de las nubes que traían ese agua milagrosa que me hacía volar.





Lluvia en los tejados, lluvia en el monte, lluvia en las paredes, lluvia en los charcos, lluvia en los paraguas, lluvia en las personas, lluvia por dentro, lluvia que no se ve.










Llovía aquel viernes que suspendí Educación Fisica. Sabía que algo pasaba cuando las miradas furtivas de mis verdugos me señalaban, me temí lo peor al escuchar las risas nerviosas de quien sabe que algo muy gordo está a punto de suceder. En 5º de EGB,´ya suspendía todas las asignaturas menos Lenguaje, donde enamoré a mi profesora con mis redacciones y Educación Fisica que practicamente se aprobaba con la propia asistencia. Aquel día de lluvia tocaba examen y el profesor lo dejó claro. "El que venga sin el material deportivo, suspende. Todos con chandall y zapatillas de deporte". Diez minutos antes de salir no encontraba mi mochila. Me quedé solo en aquel vestuario buscándola. Me la habían escondido. Buscaba en todos los rincones sin éxito. ya escuchaba a mi profesor pasando lista y yo todavía sin vestir. Aquel semestre suspendí Educacion Fisica. Mi mochila estaba en el fondo de un water, habían meado encima. La encontré media hora después. No dije nada. Bronca de mi profesor. Bronca de mi madre. Sigue lloviendo. Diluvia.





Me encantaba ver llover. Podía pasarme horas mirando a través de la ventana. Siguiendo con la mirada los dibujitos que las gotas de la lluvia hacían para mi.





Cuando mi barrio dormía y me permitía escuchar el ruido del agua a veces abría la ventana para oler la lluvia y dejaba que me mojara la cara mientras con los ojos cerrados soñaba que aprobaba educación fisica.










Llovía la tarde que me quedé mirando al chico del quinto piso que me gustaba. Allí estaba mojándose con su chubasquero azul en mitad de la plaza. Estaba mas guapo todavía cuando se mojaba y el color de los días de lluvia lo hacían irresistible para mi. Entonces cerraba los ojos y me acercaba a el para decirle que me gustaba mucho, el me cogía de la mano y nos íbamos mojandonos a perdernos en el infinito de los días grises. Cuando abría los ojos el chico del chubasquero azul se besaba con la chica del tercero y se marchaban cogidos de la mano, corriendo pisando charcos. Más de un día pensé que nunca llovería para mi.










Y llovió. Llovió mucho. Gracias a dios.










Hoy llueve en Madrid. He vuelto a quedarme mirando embobado la lluvia a través de mi ventana.





Me gusta ver llover. Pero ya no llueve igual.





A veces me pregunto donde está la lluvia que me acompañaba de pequeño.





Hoy llueve distinto.





Pero llueve.










Lluvia en los tejados, lluvia en el monte, lluvia en las paredes, lluvia en los charcos, lluvia en los paraguas, lluvia en las personas, lluvia por dentro, lluvia que no se ve.




















Para Rafa, porque tenía razón..hoy era un buen dia para escribir.